sábado, 7 de agosto de 2021

Reflexiones de Sergio Aschero

Reflexiones       Sergio Aschero

 

 

1

 

La existencia está hecha de aceptaciones y rechazos. Uno es lo que acepta y también lo que rechaza: la flor roja rechaza la luz roja (que es la que vemos) pero acepta los demás colores.

 

2

 

Vivir es también una larga despedida que generalmente nos cuesta reconocer. Tenemos que aprender a desandarnos.

 

3

 

Cuando uno interpreta a la naturaleza no crea, sólo aprende, y en todo caso, si lo logra medianamente bien, va adquiriendo (a veces), sabiduría.

 

4

 

El pasado está presente en lo que hice, el futuro está presente en lo que haré, y el presente que es lo único presente, en este instante, ya se fue.

 

5

 

Cuando los maestros implantan sus estéticas (y no sus técnicas) en los alumnos, sólo proyectan sus propios límites.

 

6

 

Los conocimientos son los fragmentos de una nave que sólo puede reconstruirse con ciertas herramientas que nos otorgan la ciencia y la cultura y debe navegarse al amparo de los vientos de la sabiduría, que son los únicos que pueden guiarla hacia su destino. Si la nave no arriba a buen puerto y se hunde en algún punto de su trayecto, la causa del naufragio hay que buscarla en la insuficiencia de los fragmentos recolectados o en la elección de algunas herramientas incorrectas; el viento (por suerte para los navegantes), en este caso nunca se equivoca.

 

7

 

En la existencia no hay pérdidas ya que en realidad nada poseemos.

Venimos al mundo por la decisión de otros,

que nos han creado de acuerdo a sus deseos y sin tenernos

en cuenta. Nuestro material genético no nos pertenece,

es decir que estamos aquí, obligados a vivir,

conformados con una serie de características biológicas

que no elegimos, e insertados

en una realidad familiar y social determinada,

que hará de nosotros (seguramente)

algo muy distinto de lo que debería ser

nuestra elección.

En realidad, nuestro ser (que sí es trascendente) es construido

con independencia de nuestros deseos y es parte de una arquitectura mucho más poderosa a la que no accedemos pero que de alguna forma nos contiene.

 

8

 

Nuestros ojos no diferencian la luz

que proviene de estrellas vivas o muertas.

Para nosotros (ínfimos observadores)

lo iluminante es condición de vida estelar

y sin embargo no siempre es así.

También y en una perspectiva más próxima,

solemos confundirnos

en nuestras observaciones,

obteniendo conclusiones erróneas

que nos inducen a actuar

equivocadamente.

Lo aparente no es lo real.

 

 

 

 

9

 

Ciertos padres proyectan sus imágenes en los hijos

sin darse cuenta que en lugar de iluminarlos

los ensombrecen.

 

10

 

Siete años tarda el bambú en mostrarnos sus retoños.

Lo que para nuestros ojos es señal

de una prolongada infertilidad,

para el bambú, es el tiempo necesario

de creación y fortificación de sus raíces

para sostener

el futuro de su planta.

 

11

 

Al vivir nos escribimos,

llenando permanentemente

las páginas del libro que somos

y que nos va definiendo en una lenta autoría

que se va gestando paso a paso

con la existencia.

Esas páginas expresan una enorme cantidad de

acontecimientos, sensaciones y deseos.

Lo curioso es que estando preparados

para escribirnos,

no lo estamos para borrarnos

(ya que las páginas de nuestro libro no se pueden arrancar

por el enorme dolor que nos produciría).

El hipotético borrado, va a permitirnos a la hora de la conclusión

de nuestra obra,

quedarnos con lo esencial de lo vivido,

(que siempre es poco texto).

No descarto que algunos libros solo tendrán los datos del autor,

y otros, absolutamente nada.

 

 

 

12

 

Entre lo buscado, lo encontrado y lo perdido,

está lo que soy.

 

13

 

Un pensamiento convencional es el de asociar la vejez con la rigidez de los troncos de los árboles y la juventud con la elasticidad de sus ramas.

En esta mirada parcial perdemos el sentido de unicidad manifestado por la raíz y la savia que desde adentro lo unifican,

y en el magnífico poder de la luz que desde afuera ejerce su influjo totalizador.

Lo importante es sentirnos árbol y nos partes de él,

ya que vivir implica ser al mismo tiempo, todos los estados de lo existente.

Como conclusión: el día que el árbol muere, lo viejo y lo nuevo,

lo externo y lo interno también se extinguen con él,

para pasar a formar parte

de otra realidad no menos apasionante.

 

14

 

Supongamos que el pasado, el presente y el futuro estén

constituidos por acontecimientos idénticos,

representados en este caso por columnas

iluminadas ubicadas regularmente a lo largo

de un extenso camino (la existencia).

Nos encontramos en algún punto del trayecto (el presente),

comprobando que la columna que utilizamos como referencia en este instante y que se encuentra situada a nuestro lado

tiene nuestras mismas dimensiones:

el hoy no tiene distorsiones.

Al girar la vista hacia el ayer (el camino recorrido),

la perspectiva visual hace que los acontecimientos

vividos (las columnas), parezcan aproximarse

y empequeñecerse paso a paso,

hasta convertirse en un punto de luz,

situado en la línea del horizonte:

el ayer tiene la distorsión

que la perspectiva de la memoria produce y por lo tanto no puede ser medido.

Y si miramos hacia adelante (el futuro),

la perspectiva de lo incierto también se altera

de igual manera que en el pasado,

repitiéndose la misma percepción engañosa:

se podría decir que el mañana visto desde el hoy,

del mismo modo que el ayer, no pueden ser medidos, y a diferencia de ellos, es pura ilusión.

 

15

 

Cuando un objeto es iluminado por una linterna

en un ambiente oscuro

y su sombra es proyectada sobre una pared,

de acuerdo a la posición de lo iluminante,

la proyección de lo sombrío, cambia.

Del mismo modo, la realidad del

objeto analizado,

muchas veces se ve afectado

por el poder transformador

de nuestros pensamientos.

 

16

 

La proyección del acaso,

tal vez nos pueda aproximar a la certeza

(o destruirla).

 

17

 

Si pensamos en una pirámide,

en la base se encontrará el área mayor,

ya que al ascender, teniendo en cuenta

una serie de hipotéticos cortes longitudinales,

en cada subplano habrá menos extensión,

siendo el vértice el punto de menor superficie.

Analógicamente, en la base de la existencia (la niñez),

se deberían encontrar las mayores opciones

y recursos de todo tipo,

para establecer una sólida plataforma

que permita el desarrollo futuro

de una construcción piramidal sin fisuras.

Al construir ascendiendo, en la vida,

los estadíos progresivos de la adolescencia,

la juventud, la madurez y la vejez,

serán sucesivamente más restrictivos

(cada vez hay menos espacio-tiempo disponible);

por ello es imprescindible una correcta elección

de todos los materiales que nos conformarán

y que nos permitirán en su caso,

el devenir hacia la cumbre

de la mejor manera posible.

Esto no significa taxativamente

que el éxito corone nuestra marcha,

pues ésta también depende de una

multiplicidad de factores

que están fuera de nuestro alcance

y serán motivo, seguramente,

de otras reflexiones.

 

18

 

Sueños y deseos tienen la intangibilidad

de lo inconcreto,

pero en nuestro inconsciente se perciben

como objetos reales.

De modo análogo,

la materialidad de nuestros actos,

puede provocar contradicciones

en nuestra conciencia,

debido a que, en algunas ocasiones,

al no poder equiparar nuestros pensamientos

con nuestras acciones,

aquello que fue primeramente decidido

y luego realizado por nosotros mismos

poco tiene que ver con lo proyectado.

Parecería ser que en todos los niveles de la existencia,

lo deseado, en su estado primigenio, es inalcanzable.

19

 

Durante nuestra existencia actuamos como

hipotéticos imanes,

deseosos de atraer lo positivo

y repeler lo negativo.

En esta continua acción

que al mismo tiempo nos conforma y nos deforma,

vamos diseñándonos,

con las incertidumbres propias de todo boceto

imposible de concluir.

 

20

 

La costumbre de vivir se adquiere antes que la de pensar.

 

21

 

A veces desearía poder alejarme de mí mismo

para poder tener la perspectiva

real de lo que soy,

sin la distorsión que produce

la lupa de mi ego.

 

22

 

La línea del horizonte representa una

contradicción geométrica:

es un trazo posible y mensurable

de una realidad imposible

de medir.

Y esto es aplicable a todo lo observado.

 

23

 

Muchas veces en la vida somos rehenes del desamor.

 

24

 

Lo significante es siempre imprevisible.

25

 

Para alcanzar al destino

sólo hace falta dar un paso.

 

26

 

La humanidad muchas veces

juega un ajedrez sin tablero

y por eso

no podemos entender sus movimientos.

 

27

 

La cultura no es más que naturaleza

reflejada y reflexionada.

 

28

 

Al hombre le generan crisis

todos aquellos espacios

que lo encierran:

cárcel, hospital, fábrica,

escuela y familia.

 

29

 

Existir es ser un ser que se elige

a sí mismo.

 

30

 

Lo profundo es silencioso.

 

31

 

Uno es esclavo de sus indecisiones.

 

 

 

 

32

 

En la medida que envejecemos,

nuestro cuerpo y nuestra sombra

se van empequeñeciendo,

preparándose para el final de un ciclo,

donde cuerpo y sombra se extinguen,

permitiendo la iniciación

seguramente de lo asombroso

y en algunos casos,

la finalización de lo sombrío.

 

33

 

Para sentir el otoño en los pies

es necesario que el árbol

nos anuncie su llegada.

 

34

 

Cuando una delgada lámina de hielo se rompe,

se divide en una serie de trozos que

no se pueden volver a unir indivisiblemente

para conformar el punto previo

a su fragmentación,

aunque volvamos a aplicarle frío.

Los pedazos de hielo pueden unirse en un solo bloque,

pero siguen siendo identificables.

El único recurso para generar una nueva

identidad homogénea es a través

de un cambio de estado

que en este caso se puede lograr

por acción del calor,

convirtiendo en una primera fase

el hielo en agua,

y posteriormente, al aumentar la temperatura,

el agua en vapor.

Con nuestros vínculos pasa lo mismo,

lo que se rompe sólo puede recomponerse

por la intermediación de un acto amoroso,

que actuando como una fuente de calor trascendente,

logre cambiar el estado de nuestros sentimientos.

Si no se produce una verdadera transformación,

que siempre es un cambio de estado,

las roturas, o por lo menos las huellas de lo partido,

siempre nos acompañarán.

 

35

 

Para que lo negativo no ocupe nuestro espacio,

tenemos que ejercer lo positivo.

 

36

 

La profundidad (o la superficialidad) del pensamiento

tiene que ver fundamentalmente con las diversas

calidades de lo vivido, lo intuido, lo aprendido y lo olvidado.

 

37

 

Si se piensa en la existencia como un recorrido

con dos variables:

una rectilínea y otra curvilínea,

que cuentan con puntos de partida y de arribo equivalentes,

es fácil deducir que el camino recto

es el de mejor tránsito,

 ya que nos posibilita,

a igual velocidad de desplazamiento en ambas rutas,

 llegar antes.

Sin embargo, el camino sinuoso,

nos permite

una extensión mayor de lo vivible

con todo lo bueno y malo

que esto implica.

 

 

 

 

 

38

 

No hay que hacer de prisa lo que es para siempre.

 

39

 

La sabiduría también consiste en

cambiar una cosa por la otra

sin que se note.

 

40

 

En la profesión del vivir,

todos somos aficionados.

 

41

 

El tiempo es un espacio

entre vivencias.

 

42

 

Lo esencial de la existencia

está escrito

antes y después de los paréntesis

que enmarcan nuestra vida.

 

43

 

Pensar es memorizar.

 

44

 

Uno es la totalidad de sus sueños

y la parcialidad de sus actos.

 

45

 

Toda obra de arte es un recorte perceptivo.

 

46

 

Existir no es vivir.

 

47

 

Lo curioso de la vida es que cuanto más vacía es más pesa.

 

48

 

Para valorar la vida hay que merecerla.

 

49

 

Amar es vivir lo que se ama.

 

50

 

La libertad es una singularidad que debe aceptar la pluralidad.

 

51

 

La muerte puede consistir en ir perdiendo la costumbre del vivir.

 

52

 

Podemos decir que las obras de arte son, en cierta medida, como los mitos. Como los mitos, expresan la insatisfacción fundamental del hombre ante las realidades normalizadas de las que ha tomado conciencia. Así, si bien la creación de obras de arte parte de un movimiento de oposición a las normas establecidas, la conciencia creadora se proyecta constantemente hacia realidades y normas nuevas que sólo se expresan por medio de esas obras.

 

53

 

La capacidad de las ciencias de ir desmontando todas las realidades en piezas y partes cada vez más pequeñas, fue generando un cúmulo de conocimiento que obligó cada vez a una mayor especialización,  lo que condujo a su vez a  las personas a estudiar  zonas  mínimas en relación con el fenómeno total del cual formaban parte. Esto ha generado una situación donde ya nadie conoce la totalidad de los fenómenos de los cuales su conocimiento forma una pequeña parte.

 

54

 

Todo es aparición y desaparición.

Las cosas no están en el tiempo: son tiempo.

 

55

 

El hombre es, en definitiva, el único animal que tiene miedo de ser lo que es.

 

56

 

Si la duda es el principio de la certeza (y viceversa)

yo tengo la debilidad de mis certezas

y la fortaleza de mis dudas.

 

57

 

El corazón de la existencia con sus sístoles y sus diástoles

anda y desanda permanentemente

lo que para nosotros está cristalizado.

Nuestra percepción

inmoviliza la cambiante realidad

de lo vivo.

 

58

 

Las olas nos enseñan

que lo aparentemente repetido

también es asombroso.

 

59

 

El origen de la arena fue la roca.

La persistencia del mar

nos demuestra que todo

puede transformarse.

 

60

 

Sólo es mío lo que acepto,

y no necesariamente

lo que tengo ni lo que me dan.

 

61

 

La muerte plena es aquella

que nos permite despedirnos

paso a paso

de lo bien vivido,

(ya que lo mal vivido está muerto).

 

62

 

Sólo se desea lo inalcanzable.

 

63

 

Todo fin instala su principio.

 

64

 

Soy lo que creo

a pesar de mis dudas.

 

65

 

Quien hace y no se equivoca es dios

y quien hace y se equivoca, también.

 

66

 

Mis logros son la proyección del arco de mis certezas,

las flechas de mis ansias

y el blanco de mi razón.

 

67

 

Con los fragmentos de lo que destruyo,

me construyo.

 

68

 

Sólo es el que se conoce.

 

69

 

Mi continente es mi contenido.

 

70

 

Las religiones demuestran el fracaso de la fe,

(que de existir),

no necesita intermediarios.

 

71

 

Epitafio:

Aquí yace la peor parte de mí.

 

72

 

Sólo el que se habita

puede conocerse.

 

73

 

Yo tengo la edad de mis deseos.

 

74

 

Cada uno diseña su fracaso.

 

 

 

75

 

Separar es no comprender.

 

76

 

En nuestra fotografía,

para que el positivo cambie

tenemos que retocar el negativo.

 

77

 

El exceso en el vivir

se compensa en el morir.

 

78

 

El conocimiento es flexible

y la ignorancia no.

 

79

 

El hoy no tiene ayer ni mañana.

 

80

 

Al romperse el lenguaje se abandona la cultura.

 

81

 

La existencia es un reloj que siempre descuenta.

 

82

 

El nacimiento y la muerte son separaciones.

 

83

 

Adentro de nosotros conviven los ideales y los obstáculos.

 

84

 

La única verdad absoluta es su relatividad.

 

85

 

Nada se pierde ni se gana para siempre.

 

86

 

Amo, luego existo.

 

87

 

Si observamos el deambular de las hormigas, podemos ver

que la geometría que diseñan en el suelo

puede ser ordenada o azarosa,

al igual que la nuestra.

 

88

 

En el viaje sin retorno de la existencia hay algunas estaciones nítidas, otras borrosas

y muchas perdidas.

 

89

 

Las indecisiones también dejan su huella.

 

90

 

Soy lo que doy.

 

91

 

En la balanza de la vida, sólo el "es"

da el peso exacto,

el "fue" y el "será", no.

 

 

92

 

Amar es ser lo que se ama.

 

93

 

El amor no tiene genes.

 

94

 

Vivir es un recorrido que va

desde la presencia

a la ausencia.

 

95

 

La verdadera fe no necesita del milagro.

 

96

 

Si la muerte es sombra, vivir es ensombrecerse.

Si la muerte es luz, vivir es iluminarse.

 

97

 

La vida es un dibujo que se inicia

en nuestra infancia

con una hoja donde diseñamos

nuestro mundo real o imaginario.

Paso a paso,

con el transcurrir de la existencia,

va cobrando perspectiva y con ella

una nueva dimensión

que nos aproxima o nos aleja

a nuevos acontecimientos

paisajes y personas

que transforman constantemente

nuestro inicial modelo.

 

 

98

 

La incertidumbre es el horizonte

de todas las certezas.

 

99

 

El mapa de un territorio es equivalente

a la imagen de un sonido.

Son dos aproximaciones a una realidad

que las supera.

 

 

100

 

La huella de mi pie es el ayer de mi pisada.

 

101

 

El amor es elástico y el odio es rígido.

 

102

 

Los sueños son alas

que necesitan de un cuerpo

para volar.

Y ese cuerpo hay que construirlo.

 

103

 

Vivir es perder vida,

y en las diversas calidades

de nuestras pérdidas

se establece lo que somos.

 

104

 

Uno es su siembra más que su cosecha.

 

 

105

 

Tu mente puede ser tu cárcel o tu paisaje.

 

106

 

Yo creo en el sistema (lo trascendente) y no en sus aplicaciones (dogmas religiosos).

 

107

 

Hay muchos narradores de lo trascendente,

pero no tienen en cuenta que lo trascendente

es inenarrable.

 

108

 

La vigilia es el único estado que nos permite concretar los sueños.

 

109

 

Entre la información y la infoxicación

hay un margen muy estrecho

que no se debería traspasar.

 

110

 

La buena música

se alimenta del tiempo

y lo transforma.

 

111

 

Para vivir en plenitud, en lugar de ejercer las dudas que nos inmovilizan, tenemos que ejercer

las certezas.

 

 

 

112

 

Al vivir generamos una escritura

como consecuencia de nuestros actos

invisible para nosotros.

Son los demás,

(los afectados por nuestra escritura

que para ellos sí es visible)

quienes podrán (si lo desean)

sacar sus conclusiones.

 

113

 

Con el vivir el tiempo se contrae y con el amor se dilata.

 

114

 

Hay personas que hacen de su ombligo un periscopio.

 

115

 

No hay que esperar que el otro cambie, porque el otro es igual a uno.

 

116

 

El amor como tantas otras cosas,

se construye, se destruye o se diluye.

 

117

 

Entre mis pequeñeces y mis grandezas

seguramente se encuentra mi real tamaño.

 

118

 

Yo limito al Este con mi ignorancia,

al Oeste con mi arrogancia,

al Norte con mi conciencia

y al Sur con mi impaciencia.

119

 

El espejo nos devuelve

el revés de lo que somos,

pero la vida no.

 

120

 

Para que la vida no se nos escape

hay que saber elegir

el tamiz que retenga

lo significativo.

 

121

 

Si no abrimos a nuevas ideas

el paracaídas de la mente,

lo único esperable es la caída libre

hacia la nada.

 

122

 

El qué decir está conectado al cómo se dice,

y siempre el cómo afecta al qué.

 

123

 

Si las ideas no vuelan, nos arrastran.

 

124

 

Diseñar nuestro autorretrato es la función creativa del vivir,

con todos los trazos certeros y dudosos, claros y borrosos

que nos configuran en cada uno

de los instantes de nuestra siempre inacabada obra.

 

 

 

 

 

125

 

La vida transcurre entre el tener y el perder.

 

126

 

Querer no siempre es poder.

 

127

 

Vida y muerte son las dos fases

del juego sin reglas fijas que nos contiene.

Lo importante es saber,

que más allá de las contingencias

de este juego aleatorio

donde todos participamos

sin exclusiones,

la muerte siempre gana.

 

128

 

Yo soy un intruso de mi propio cuerpo

que cambia permanentemente

sin tenerme en cuenta.

 

129

 

Los unos y los otros somos parte de lo mismo,

pero muchas veces no nos damos cuenta.

 

130

 

Sólo atamos lo que tememos perder.

Los vínculos verdaderos no necesitan ataduras.

 

131

 

Razón y sinrazón me pueblan.

El tema pasa por conciliarlas sin que lo noten.

 

132

 

Cada vez que me pienso me pierdo

en el laberinto de lo que soy.

 

133

 

Yo soy una transición

desde lo desconocido a lo desconocido.

 

134

 

Nuestra esencia, que forma parte de la existencia,

a diferencia de ésta, no es temporal.

 

135

 

La mayoría de las veces

quien no busca encuentra.

 

136

 

El desaprendizaje debería ser

una materia obligatoria.

 

137

 

Mis contradicciones me permiten indefinir

las certezas de mis afirmaciones.

 

138

 

Cuando el hoy se ocupa

todo es ayer.

 

139

 

Los deseos son más urgentes que el vivir.

 

 

140

 

Crecer no es fácil y decrecer tampoco.

 

141

 

En lugar de pensar en lo que nos falta

no estaría nada mal

pensar en lo que nos sobra.

 

142

 

Hay que aprender a escuchar con los ojos

y mirar con los oídos para poder crear con el corazón.

 

143

 

Uno cosecha por igual

lo vivo y lo muerto de sí mismo.

 

144

 

La creatividad es un don

pero la obra es un ejercicio

 

145

 

En la matemática de la vida

uno es mucho más una variable

que una constante.

 

146

 

Si el pasado pesa más que el presente

no hay futuro. 

 

147

 

En la ecuación de la vida operamos con todas (o algunas)

de sus funciones.

148

 

Cuando uno se apoya en lo mediocre

siempre se derrumba.

 

149

 

Es importante en la vida no dejarse a sí mismo.

Que te dejen los demás,

puede ser parte necesaria del recorrido.

 

150

 

Entendernos no necesariamente

significa aceptarnos.

 

151

 

La muerte de lo que amamos

mata unas parte

o la totalidad

de lo que somos.

 

152

 

Dar vuelta la hoja

para un aparente olvido

es no tener en cuenta

que lo escrito escrito está.

 

153

 

Dejemos de buscar en el más allá

lo que está más acá.

 

154

 

Cierta gente obsesionada

por encontrar lo que parece trascendente

(el camino trazado por todas las religiones),

no se da cuenta que paso a paso

(y oración tras oración de cualquier culto),

seguirá siendo creyente de la nada.

 

155

 

En la matemática de la vida

los resultados del más acá

son mucho más entendibles y cuantificables

que los del más allá.

 

156

 

Yo he creado el futuro de la escritura musical.

El tema es que vivo en el presente.

 

157

 

Muchas personas viven del eco de lo que fueron.

 

 

158

 

En el mar de la vida hay pocas islas

y muchas tormentas.

 

159

 

La decisión entre las presencias y las ausencias

la determina el deseo o la naturaleza.

 

160

 

La mayoría de las religiones son depredadoras que se alimentan de los ejemplares más débiles de la especie humana.

 

 

 

 

 

161

 

La indecisión a veces es más costosa que el error.

 

162

 

Elegir significa descartar,

por lo cual en la existencia, uno no debería cargar

con las valijas que no le corresponden.

 

163

 

Morir es la resta de lo que fuimos

y vivir es la suma de lo que seremos.

 

164

 

El ego enceguece y no permite ver

la mediocridad de quien lo ejerce.

 

165

 

El verdadero investigador es un navegante solitario

que se refugia (a veces) en algunas islas

del conocimiento ajeno, para arribar (tal vez)

a un nuevo continente.

 

166

 

La vida y la muerte delimitan el segmento

de lo que fuimos, lo que somos y lo que seremos.

Antes y después de ese segmento que nos representa,

se puede intuir (no en todos los casos)

una geometría desconocida.

 

 

 

 

 

 

167

 

La esencia de la vida y de la muerte

está más allá de cualquier narración ordinaria o extraordinaria,

ya que las palabras son simplemente aproximaciones

a un absoluto que no las contiene ni las necesita.

 

 

168

 

En ocasiones en vez de dar vuelta la hoja

es mejor cambiar de libro.

 

 

169

 

Hay gente (que como el yo - yo) gira sobre sí misma incansablemente subiendo y bajando por el hilo del deformado ego que la sostiene y que se complementa muchas veces con la particularidad de hacer de su ombligo un telescopio.

 

170

 

Para que lo nuboso de tu vida deje de estar encima de tuyo

tienes que modificar el vuelo.

 

171

 

La destrucción es el abono muchas veces injustificado

donde se siembran efímeras construcciones.

 

172

 

En la medida que el tiempo pasa

hay que mejorar el resultado de lo que nos resta.

 

 

 

 

 

173

 

Ponerse de verdad en el lugar del otro

sin quedarse en lo meramente enunciativo,

no es fácil, ya que significa realmente

dejar de ser lo que uno es.

 

175

 

Así como la velocidad atenta contra el recuerdo,

cuando esos recuerdos pesan más

que las vivencias

empezamos a morir.

 

176

 

Sigo remando por mis sueños

a contramano de mis tiempos.

 

177

 

El paisaje de adentro es más importante que el de afuera.

 

178

 

El horizonte de la vida es la muerte,

y cada uno tiene un tiempo determinado

para alcanzarla.

Aunque a veces, lo imprevisible, decide por nosotros.

 

179

 

La inexplicabilidad es la esencia de la libertad.

 

 

 

 

 

 

 

180

 

El nuevo culto rectangular (supongo que como homenaje a Pitágoras) tiene 5.000.000.000 de seguidores en todo el mundo y su expansión continúa.

Pensemos que el Cristianismo tiene 2.100.000.000  de fieles en el mundo, el Budismo, 1.600.000.000, el Hinduismo  900.000.000, el Islamismo 1.820.000.000 y el Judaísmo 14.000.000 entre otras religiones.

Ninguna práctica se aproxima a la cantidad de personas que se han entregado al Rectangulismo.

Mi visión del culto es meramente la de un observador neutral que no practica su doctrina.

Lo más curioso es el objeto de culto: un objeto rectangular que se adapta a las manos y que parecería ser o de plástico o de metal, permitiendo que los practicantes tengan liberados los dedos de sus manos, especialmente los pulgares que son los que ofician de contacto entre lo divino y lo humano.

El ritual se realiza generalmente moviendo velozmente las puntas de los dos pulgares que en contacto con la superficie vidriada de una de las caras del objeto mágico les permite a los usuarios (al parecer) contactarse con lo divino en cualquiera de sus aspectos.

Lo asombroso viene después: unas personas ríen ante el objeto sagrado, otras gritan, otras cierran los ojos, otras ponen rostros extraños apretando  algún botón secreto y otras colocan algún cable trascendente en su aparato auditivo… en fin, las variables son múltiples.

Yo,  mientras todo esto ocurre simultáneamente con casi todas las personas que observo,  propias y extrañas, me dedico a caminar tranquilo observando los árboles, las flores y sintiendo que mi vida tiene otro sentido que aún me queda por descubrir.

 

 

181

 

Las creencias religiosas

son debilidades, no fortalezas.

 

 

 

182

 

El amor no se mide por la sangre.

 

 

183

 

Cuando crecemos nos van moldeando,

pero muchas veces el molde

no tiene nada que ver con lo que somos.

 

 

184

 

Si uno no aprende a leer sus defectos

se convierte en un analfabeto

de sí mismo.

 

 

185

 

En la biblioteca del saber no todos los libros

tienen la misma importancia,

y por eso es esencial aprender a ordenarlos

de acuerdo a nuestras necesidades,

archivando aquellos que ya no tienen sentido

para nosotros.

 

186

 

Mi obra puede ser parte del futuro de otros,

pero al mismo tiempo también

es parte de mi pasado.

 

187

 

Si uno no se adapta al paso del tiempo

pierde el sentido de lo que le queda por vivir.

 

 

188

 

Los seres humanos tendríamos que tener la capacidad

de podar nuestras partes secas o contradictorias,

para permitir, tal vez, que la primavera de la vida

nos vuelva a brotar de alguna manera.

 

189

 

Hay gente que se conecta con el más allá

para evitar enfrentarse con el más acá.

 

190

 

La ciencia con su mente relativa

trata de comprender el absoluto.

 

191

 

La matemática de la vida

no es una ciencia exacta.

 

 

192

 

Uno es pasajero de sí mismo

con un incierto destino

que varía constantemente su recorrido

del que somos parte.

 

193

 

Si el pasado

condiciona el presente

no hay futuro.

 

 

 

 

 

194

 

La vida es un pasatiempo con sentido,

para algunos

y sin sentido para otros.

 

195

 

En el más acá yo soy (a veces), protagonista;

sin embargo en el más allá me convierto exclusivamente en espectador.

 

196

 

Las religiones (y ciertas ideologías), son los virus que infectan nuestro cerebro, haciendo de nosotros, otros.

 

197

 

Vida y muerte son un continuo que los seres humanos

deseamos discontinuar.

 

198

 

Cuando la imbecilidad (real o virtual) ocupa nuestros espacios, nos contamina.

 

199

 

El amor es una gota que se expande

en el agua de la vida,

y el odio es un torrente sin retorno.

 

200

 

Los recuerdos son imágenes que podemos guardar, resaltar, retocar y borrar parcial o totalmente.

 

 

201

 

Hay padres que podan a sus hijos

no permitiéndoles vivir

la totalidad de sus ramas.

 

 

202

 

El saber ocupa lugar,

pero mucho más lugar

ocupa la ignorancia.

 

 

203

 

La gente se descubre mucho más

con el hacer que con el decir.

 

204

 

Musicalmente, en la vida podemos transitar

múltiples variaciones

que nunca deben perder contacto con el tema,

que les da sentido.

 

205

 

Si yo fuera la mitad de lo que sueño

no me podría medir,

y si fuese el doble de lo que realmente soy,

seguramente sí.

 

206

 

Para que no se derrame lo que somos

tenemos que construirnos el envase justo.

 

 

 

207

 

En la vida,  el orden de los sumandos

altera el producto.

 

208

 

El ayer se proyecta en nuestro hoy

para definir o indefinir nuestro mañana.

 

209

 

Hay gente que en lugar de defectos

tiene efectos.

 

210

 

El proyectar en el otro nuestras carencias

no sirve para compensar lo que nos falta.

 

211

 

En el tablero de la vida al nacer nos otorgan una serie de fichas que debemos ir colocando paso a paso siguiendo el proceso de nuestra propia evolución.

Estas fichas que poco a poco van poblando y conformando la superficie de nuestro tablero, tienen el problema que deben ser interpretadas por otros jugadores que nos acompañan en la vida, y a veces, esto no es posible ya que nuestro juego tiene sus propias reglas que muchas veces no sabemos cómo compartir.

 

212

 

En nuestra navegación, vida y muerte son los mares que debemos recorrer. Nosotros tenemos cierta autonomía en ese viaje, pero los dos mares son los que determinan por donde podemos navegar y cuál es el final del viaje que puede ser un puerto o un naufragio.

 

 

213

 

Aprender a vivir las variables de la vida

tiene que ver con la aceptación

de las leyes de la existencia.

 

214

 

Yo creo en lo que hago y lo defiendo sin temor ante la actitud soberbia de algunos poseedores del saber efímero que desde una supuesta cultura anacrónica intentan cerrar lo que la naturaleza expande.

El ayer no puede (ni debe) ocupar el lugar del hoy.

 

215

 

Mi pensamiento es mucho más libre que mi realidad.

 

218

 

Los seres humanos en este territorio gobernado

por el coronavirus podemos ser fichas anónimas

de un tablero virtual de la pandemia,

donde nos movemos a través del dado

de nuestras decisiones, que nos puede

aproximar a otras fichas

con dos resultados extremos entre otros menos graves:

matar o morir.

Esta decisión la toma el virus, no nosotros.

Y de nuestra inteligencia depende

no aceptar el juego

y protegernos de este horror

que nos abarca a todos, sin excepción.

 

 

219

 

Muchas veces las formas invalidan los contenidos.

 

 

220

 

La vejez es un tamiz que se va quedando

con la totalidad de lo que fuimos

y la parcialidad de lo que somos.

 

221

 

En la naturaleza lo vivo y lo muerto

son parte del mismo código

del que somos sólo un fragmento.

 

222

 

El tiempo es regular pero nosotros no,

ya que tenemos la tendencia

a acelerarnos y desacelerarnos

de acuerdo con las diversas contingencias

que recorremos al vivir,

lo que supone una absoluta contradicción

con la regularidad cronométrica

de la que formamos parte.

 

223

 

Las ataduras que heredamos no son nuestras

y podemos aceptarlas o no.

 

224

 

La naturaleza es expansiva y contractiva

con variaciones constantes, que nosotros

(ínfimos observadores)

muchas veces consideramos repeticiones.

 

 

 

 

 

 

225

 

Muchas veces la velocidad en la comunicación virtual no es proporcional a la profundidad de lo que se desea comunicar y lo que queda como resultado es la elementalidad del mensaje enviado que tiene como final un dibujito intrascendente.

 

 

226

 

Los errores son roturas en la tela de la vida,  los aciertos son costuras y las dudas detenciones.

Si los errores son muchos la perspectiva de caer hacia la nada son muy probables y si los aciertos se suceden podemos aproximarnos al todo que seguramente será una tela distinta.

Las dudas (que siempre nos acompañan)  nos ayudarán a decidir qué hacer en cada instante.