Reflexiones
Sergio Aschero
1
La
existencia está hecha de aceptaciones y rechazos. Uno es lo que acepta y
también lo que rechaza: la flor roja rechaza la luz roja (que es la que vemos) pero
acepta los demás colores.
2
Vivir
es también una larga despedida que generalmente nos cuesta reconocer. Tenemos
que aprender a desandarnos.
3
Cuando uno
interpreta a la naturaleza no crea, sólo aprende, y en todo caso, si lo logra
medianamente bien, va adquiriendo (a veces), sabiduría.
4
El pasado está presente
en lo que hice, el futuro está presente en lo que haré, y el presente que es lo
único presente, en este instante, ya se fue.
5
Cuando
los maestros implantan sus estéticas (y no sus técnicas) en los alumnos, sólo
proyectan sus propios límites.
6
Los
conocimientos son los fragmentos de una nave que sólo puede reconstruirse con
ciertas herramientas que nos otorgan la ciencia y la cultura y debe navegarse
al amparo de los vientos de la sabiduría, que son los únicos que pueden guiarla
hacia su destino. Si la nave no arriba a buen puerto y se hunde en algún punto
de su trayecto, la causa del naufragio hay que buscarla en la insuficiencia de
los fragmentos recolectados o en la elección de algunas herramientas
incorrectas; el viento (por suerte para los navegantes), en este caso nunca se
equivoca.
7
En la
existencia no hay pérdidas ya que en realidad nada poseemos.
Venimos
al mundo por la decisión de otros,
que nos
han creado de acuerdo a sus deseos y sin tenernos
en
cuenta. Nuestro material genético no nos pertenece,
es
decir que estamos aquí, obligados a vivir,
conformados
con una serie de características biológicas
que no
elegimos, e insertados
en una
realidad familiar y social determinada,
que
hará de nosotros (seguramente)
algo
muy distinto de lo que debería ser
nuestra
elección.
En
realidad, nuestro ser (que sí es trascendente) es construido
con
independencia de nuestros deseos y es parte de una arquitectura mucho más
poderosa a la que no accedemos pero que de alguna forma nos contiene.
8
Nuestros ojos no
diferencian la luz
que proviene de
estrellas vivas o muertas.
Para nosotros
(ínfimos observadores)
lo iluminante es
condición de vida estelar
y sin embargo no
siempre es así.
También y en una
perspectiva más próxima,
solemos confundirnos
en nuestras observaciones,
obteniendo
conclusiones erróneas
que nos inducen a
actuar
equivocadamente.
Lo aparente no es lo
real.
9
Ciertos padres
proyectan sus imágenes en los hijos
sin darse cuenta que
en lugar de iluminarlos
los ensombrecen.
10
Siete años tarda el
bambú en mostrarnos sus retoños.
Lo que para nuestros
ojos es señal
de una prolongada
infertilidad,
para el bambú, es el
tiempo necesario
de creación y
fortificación de sus raíces
para sostener
el futuro de su
planta.
11
Al vivir nos
escribimos,
llenando
permanentemente
las páginas del libro
que somos
y que nos va
definiendo en una lenta autoría
que se va gestando
paso a paso
con la existencia.
Esas páginas expresan
una enorme cantidad de
acontecimientos,
sensaciones y deseos.
Lo curioso es que
estando preparados
para escribirnos,
no lo estamos para
borrarnos
(ya que las páginas
de nuestro libro no se pueden arrancar
por el enorme dolor
que nos produciría).
El hipotético
borrado, va a permitirnos a la hora de la conclusión
de nuestra obra,
quedarnos con lo
esencial de lo vivido,
(que siempre es poco
texto).
No descarto que
algunos libros solo tendrán los datos del autor,
y otros,
absolutamente nada.
12
Entre lo buscado, lo encontrado y lo
perdido,
está lo que soy.
13
Un pensamiento convencional es el de
asociar la vejez con la rigidez de los troncos de los árboles y la juventud con
la elasticidad de sus ramas.
En esta mirada parcial perdemos el
sentido de unicidad manifestado por la raíz y la savia que desde adentro lo
unifican,
y en el magnífico poder de la luz que
desde afuera ejerce su influjo totalizador.
Lo importante es sentirnos árbol y nos
partes de él,
ya que vivir implica ser al mismo
tiempo, todos los estados de lo existente.
Como conclusión: el día que el árbol
muere, lo viejo y lo nuevo,
lo externo y lo interno también se
extinguen con él,
para pasar a formar parte
de otra realidad no menos apasionante.
14
Supongamos que el pasado, el presente y
el futuro estén
constituidos por acontecimientos
idénticos,
representados en este caso por columnas
iluminadas ubicadas regularmente a lo
largo
de un extenso camino (la existencia).
Nos encontramos en algún punto del
trayecto (el presente),
comprobando que la columna que
utilizamos como referencia en este instante y que se encuentra situada a nuestro
lado
tiene nuestras mismas dimensiones:
el hoy no tiene distorsiones.
Al girar la vista hacia el ayer (el
camino recorrido),
la perspectiva visual hace que los
acontecimientos
vividos (las columnas), parezcan
aproximarse
y empequeñecerse paso a paso,
hasta convertirse en un punto de luz,
situado en la línea del horizonte:
el ayer tiene la distorsión
que la perspectiva de la memoria
produce y por lo tanto no puede ser medido.
Y si miramos hacia adelante (el
futuro),
la perspectiva de lo incierto también
se altera
de igual manera que en el pasado,
repitiéndose la misma percepción
engañosa:
se podría decir que el mañana visto
desde el hoy,
del mismo modo que el ayer, no pueden
ser medidos, y a diferencia de ellos, es pura ilusión.
15
Cuando un objeto es iluminado por una
linterna
en un ambiente oscuro
y su sombra es proyectada sobre una
pared,
de acuerdo a la posición de lo
iluminante,
la proyección de lo sombrío, cambia.
Del mismo modo, la realidad del
objeto analizado,
muchas veces se ve afectado
por el poder transformador
de nuestros pensamientos.
16
La proyección del acaso,
tal vez nos pueda aproximar a la
certeza
(o destruirla).
17
Si pensamos en una pirámide,
en la base se encontrará el área mayor,
ya que al ascender, teniendo en cuenta
una serie de hipotéticos cortes
longitudinales,
en cada subplano habrá menos extensión,
siendo el vértice el punto de menor
superficie.
Analógicamente, en la base de la
existencia (la niñez),
se deberían encontrar las mayores
opciones
y recursos de todo tipo,
para establecer una sólida plataforma
que permita el desarrollo futuro
de una construcción piramidal sin
fisuras.
Al construir ascendiendo, en la vida,
los estadíos progresivos de la
adolescencia,
la juventud, la madurez y la vejez,
serán sucesivamente más restrictivos
(cada vez hay menos espacio-tiempo
disponible);
por ello es imprescindible una correcta
elección
de todos los materiales que nos
conformarán
y que nos permitirán en su caso,
el devenir hacia la cumbre
de la mejor manera posible.
Esto no significa taxativamente
que el éxito corone nuestra marcha,
pues ésta también depende de una
multiplicidad de factores
que están fuera de nuestro alcance
y serán motivo, seguramente,
de otras reflexiones.
18
Sueños y deseos tienen la
intangibilidad
de lo inconcreto,
pero en nuestro inconsciente se
perciben
como objetos reales.
De modo análogo,
la materialidad de nuestros actos,
puede provocar contradicciones
en nuestra conciencia,
debido a que, en algunas ocasiones,
al no poder equiparar nuestros
pensamientos
con nuestras acciones,
aquello que fue primeramente decidido
y luego realizado por nosotros mismos
poco tiene que ver con lo proyectado.
Parecería ser que en todos los niveles
de la existencia,
lo deseado, en su estado primigenio, es
inalcanzable.
19
Durante nuestra existencia actuamos
como
hipotéticos imanes,
deseosos de atraer lo positivo
y repeler lo negativo.
En esta continua acción
que al mismo tiempo nos conforma y nos
deforma,
vamos diseñándonos,
con las incertidumbres propias de todo
boceto
imposible de concluir.
20
La costumbre de vivir se adquiere antes que la de pensar.
21
A veces desearía poder alejarme de mí
mismo
para poder tener la perspectiva
real de lo que soy,
sin la distorsión que produce
la lupa de mi ego.
22
La línea del horizonte representa una
contradicción geométrica:
es un trazo posible y mensurable
de una realidad imposible
de medir.
Y esto es aplicable a todo lo
observado.
23
Muchas veces en la vida somos rehenes
del desamor.
24
Lo significante es siempre
imprevisible.
25
Para alcanzar al destino
sólo hace falta dar un paso.
26
La humanidad muchas veces
juega un ajedrez sin tablero
y por eso
no podemos entender sus movimientos.
27
La cultura no es más que naturaleza
reflejada y reflexionada.
28
Al hombre le generan crisis
todos aquellos espacios
que lo encierran:
cárcel, hospital, fábrica,
escuela y familia.
29
Existir es ser un ser que se elige
a sí mismo.
30
Lo profundo es silencioso.
31
Uno es esclavo de sus indecisiones.
32
En la medida que envejecemos,
nuestro cuerpo y nuestra sombra
se van empequeñeciendo,
preparándose para el final de un ciclo,
donde cuerpo y sombra se extinguen,
permitiendo la iniciación
seguramente de lo asombroso
y en algunos casos,
la finalización de lo sombrío.
33
Para sentir el otoño en los pies
es necesario que el árbol
nos anuncie su llegada.
34
Cuando una delgada lámina de hielo se
rompe,
se divide en una serie de trozos que
no se pueden volver a unir
indivisiblemente
para conformar el punto previo
a su fragmentación,
aunque volvamos a aplicarle frío.
Los pedazos de hielo pueden unirse en
un solo bloque,
pero siguen siendo identificables.
El único recurso para generar una nueva
identidad homogénea es a través
de un cambio de estado
que en este caso se puede lograr
por acción del calor,
convirtiendo en una primera fase
el hielo en agua,
y posteriormente, al aumentar la
temperatura,
el agua en vapor.
Con nuestros vínculos pasa lo mismo,
lo que se rompe sólo puede recomponerse
por la intermediación de un acto
amoroso,
que actuando como una fuente de calor
trascendente,
logre cambiar el estado de nuestros
sentimientos.
Si no se produce una verdadera
transformación,
que siempre es un cambio de estado,
las roturas, o por lo menos las huellas
de lo partido,
siempre nos acompañarán.
35
Para que lo negativo no ocupe nuestro
espacio,
tenemos que ejercer lo positivo.
36
La profundidad (o la superficialidad)
del pensamiento
tiene que ver fundamentalmente con las
diversas
calidades de lo vivido, lo intuido, lo
aprendido y lo olvidado.
37
Si se piensa en la existencia como un
recorrido
con dos variables:
una rectilínea y otra curvilínea,
que cuentan con puntos de partida y de
arribo equivalentes,
es fácil deducir que el camino recto
es el de mejor tránsito,
ya que nos posibilita,
a igual velocidad de desplazamiento en
ambas rutas,
llegar antes.
Sin embargo, el camino sinuoso,
nos permite
una extensión mayor de lo vivible
con todo lo bueno y malo
que esto implica.
38
No hay que hacer de prisa lo que es
para siempre.
39
La sabiduría también consiste en
cambiar una cosa por la otra
sin que se note.
40
En la profesión del vivir,
todos somos aficionados.
41
El tiempo es un espacio
entre vivencias.
42
Lo esencial de la existencia
está escrito
antes y después de los paréntesis
que enmarcan nuestra vida.
43
Pensar es memorizar.
44
Uno es la totalidad de sus sueños
y la parcialidad de sus actos.
45
Toda obra de arte es un recorte
perceptivo.
46
Existir
no es vivir.
47
Lo
curioso de la vida es que cuanto más vacía es más pesa.
48
Para
valorar la vida hay que merecerla.
49
Amar es
vivir lo que se ama.
50
La libertad es una singularidad que debe aceptar la pluralidad.
51
La muerte puede consistir en ir perdiendo la costumbre del
vivir.
52
Podemos
decir que las obras de arte son, en cierta medida, como los mitos. Como los
mitos, expresan la insatisfacción fundamental del hombre ante las realidades
normalizadas de las que ha tomado conciencia. Así, si bien la creación de obras
de arte parte de un movimiento de oposición a las normas establecidas, la
conciencia creadora se proyecta constantemente hacia realidades y normas nuevas
que sólo se expresan por medio de esas obras.
53
La
capacidad de las ciencias de ir desmontando todas las realidades en piezas y
partes cada vez más pequeñas, fue generando un cúmulo de conocimiento que
obligó cada vez a una mayor especialización,
lo que condujo a su vez a las
personas a estudiar zonas mínimas en relación con el fenómeno total del
cual formaban parte. Esto ha generado una situación donde ya nadie conoce la
totalidad de los fenómenos de los cuales su conocimiento forma una pequeña parte.
54
Todo es
aparición y desaparición.
Las
cosas no están en el tiempo: son tiempo.
55
El
hombre es, en definitiva, el único animal que tiene miedo de ser lo que es.
56
Si la duda es el
principio de la certeza (y viceversa)
yo tengo la debilidad
de mis certezas
y la fortaleza de mis
dudas.
57
El corazón de la
existencia con sus sístoles y sus diástoles
anda y desanda
permanentemente
lo que para nosotros
está cristalizado.
Nuestra percepción
inmoviliza la
cambiante realidad
de lo vivo.
58
Las olas nos enseñan
que lo aparentemente
repetido
también es asombroso.
59
El origen de la arena
fue la roca.
La persistencia del
mar
nos demuestra que
todo
puede transformarse.
60
Sólo es mío lo que
acepto,
y no necesariamente
lo que tengo ni lo
que me dan.
61
La muerte plena es
aquella
que nos permite
despedirnos
paso a paso
de lo bien vivido,
(ya que lo mal vivido
está muerto).
62
Sólo se desea lo
inalcanzable.
63
Todo fin instala su
principio.
64
Soy lo que creo
a pesar de mis dudas.
65
Quien hace y no se
equivoca es dios
y quien hace y se
equivoca, también.
66
Mis logros son la
proyección del arco de mis certezas,
las flechas de mis
ansias
y el blanco de mi
razón.
67
Con los fragmentos de
lo que destruyo,
me construyo.
68
Sólo es el que se
conoce.
69
Mi continente es mi
contenido.
70
Las religiones
demuestran el fracaso de la fe,
(que de existir),
no necesita
intermediarios.
71
Epitafio:
Aquí yace la peor
parte de mí.
72
Sólo el que se habita
puede conocerse.
73
Yo tengo la edad de mis
deseos.
74
Cada uno diseña su
fracaso.
75
Separar
es no comprender.
76
En nuestra
fotografía,
para que el positivo
cambie
tenemos que retocar
el negativo.
77
El exceso en el vivir
se compensa en el
morir.
78
El conocimiento es
flexible
y la ignorancia no.
79
El hoy no tiene ayer
ni mañana.
80
Al romperse el lenguaje se abandona la cultura.
81
La existencia es un
reloj que siempre descuenta.
82
El nacimiento y la
muerte son separaciones.
83
Adentro de nosotros
conviven los ideales y los obstáculos.
84
La única verdad
absoluta es su relatividad.
85
Nada se pierde ni se
gana para siempre.
86
Amo, luego existo.
87
Si observamos el
deambular de las hormigas, podemos ver
que la geometría que
diseñan en el suelo
puede ser ordenada o
azarosa,
al igual que la
nuestra.
88
En el viaje sin
retorno de la existencia hay algunas estaciones nítidas, otras borrosas
y muchas perdidas.
89
Las indecisiones
también dejan su huella.
90
Soy lo que doy.
91
En la balanza de la
vida, sólo el "es"
da el peso exacto,
el "fue" y
el "será", no.
92
Amar es ser lo que se
ama.
93
El amor no tiene
genes.
94
Vivir es un recorrido
que va
desde la presencia
a la ausencia.
95
La verdadera fe no
necesita del milagro.
96
Si la muerte es
sombra, vivir es ensombrecerse.
Si la muerte es luz,
vivir es iluminarse.
97
La vida es un dibujo
que se inicia
en nuestra infancia
con una hoja donde
diseñamos
nuestro mundo real o
imaginario.
Paso a paso,
con el transcurrir de
la existencia,
va cobrando
perspectiva y con ella
una nueva dimensión
que nos aproxima o
nos aleja
a nuevos
acontecimientos
paisajes y personas
que transforman
constantemente
nuestro inicial
modelo.
98
La incertidumbre es
el horizonte
de todas las
certezas.
99
El mapa de un territorio es equivalente
a la imagen de un sonido.
Son dos aproximaciones a una realidad
que las supera.
100
La huella de mi pie es el ayer de mi pisada.
101
El amor es elástico y
el odio es rígido.
102
Los sueños son alas
que necesitan de un
cuerpo
para volar.
Y ese cuerpo hay que
construirlo.
103
Vivir es perder vida,
y en las diversas
calidades
de nuestras pérdidas
se establece lo que somos.
104
Uno es su siembra más
que su cosecha.
105
Tu mente puede ser tu
cárcel o tu paisaje.
106
Yo creo en el sistema
(lo trascendente) y no en sus aplicaciones (dogmas religiosos).
107
Hay muchos narradores
de lo trascendente,
pero no tienen en
cuenta que lo trascendente
es inenarrable.
108
La vigilia es el
único estado que nos permite concretar los sueños.
109
Entre la información
y la infoxicación
hay un margen muy
estrecho
que no se debería
traspasar.
110
La buena música
se alimenta del
tiempo
y lo transforma.
111
Para vivir en
plenitud, en lugar de ejercer las dudas que nos inmovilizan, tenemos que
ejercer
las certezas.
112
Al vivir generamos
una escritura
como consecuencia de
nuestros actos
invisible para
nosotros.
Son los demás,
(los afectados por
nuestra escritura
que para ellos sí es
visible)
quienes podrán (si lo
desean)
sacar sus
conclusiones.
113
Con el vivir el
tiempo se contrae y con el amor se dilata.
114
Hay personas que
hacen de su ombligo un periscopio.
115
No hay que esperar
que el otro cambie, porque el otro es igual a uno.
116
El amor como tantas
otras cosas,
se construye, se
destruye o se diluye.
117
Entre mis pequeñeces
y mis grandezas
seguramente se
encuentra mi real tamaño.
118
Yo
limito al Este con mi ignorancia,
al
Oeste con mi arrogancia,
al
Norte con mi conciencia
y al
Sur con mi impaciencia.
119
El
espejo nos devuelve
el
revés de lo que somos,
pero la
vida no.
120
Para
que la vida no se nos escape
hay que
saber elegir
el
tamiz que retenga
lo
significativo.
121
Si no
abrimos a nuevas ideas
el
paracaídas de la mente,
lo
único esperable es la caída libre
hacia
la nada.
122
El qué
decir está conectado al cómo se dice,
y
siempre el cómo afecta al qué.
123
Si las
ideas no vuelan, nos arrastran.
124
Diseñar
nuestro autorretrato es la función creativa del vivir,
con
todos los trazos certeros y dudosos, claros y borrosos
que nos
configuran en cada uno
de los
instantes de nuestra siempre inacabada obra.
125
La vida
transcurre entre el tener y el perder.
126
Querer
no siempre es poder.
127
Vida y
muerte son las dos fases
del
juego sin reglas fijas que nos contiene.
Lo
importante es saber,
que más
allá de las contingencias
de este
juego aleatorio
donde
todos participamos
sin
exclusiones,
la
muerte siempre gana.
128
Yo soy
un intruso de mi propio cuerpo
que
cambia permanentemente
sin
tenerme en cuenta.
129
Los
unos y los otros somos parte de lo mismo,
pero
muchas veces no nos damos cuenta.
130
Sólo
atamos lo que tememos perder.
Los
vínculos verdaderos no necesitan ataduras.
131
Razón y
sinrazón me pueblan.
El tema
pasa por conciliarlas sin que lo noten.
132
Cada
vez que me pienso me pierdo
en el
laberinto de lo que soy.
133
Yo soy
una transición
desde
lo desconocido a lo desconocido.
134
Nuestra
esencia, que forma parte de la existencia,
a
diferencia de ésta, no es temporal.
135
La
mayoría de las veces
quien
no busca encuentra.
136
El
desaprendizaje debería ser
una
materia obligatoria.
137
Mis
contradicciones me permiten indefinir
las
certezas de mis afirmaciones.
138
Cuando
el hoy se ocupa
todo es
ayer.
139
Los
deseos son más urgentes que el vivir.
140
Crecer
no es fácil y decrecer tampoco.
141
En
lugar de pensar en lo que nos falta
no
estaría nada mal
pensar en
lo que nos sobra.
142
Hay que
aprender a escuchar con los ojos
y mirar
con los oídos para poder crear con el corazón.
143
Uno
cosecha por igual
lo vivo
y lo muerto de sí mismo.
144
La
creatividad es un don
pero la
obra es un ejercicio
145
En la matemática
de la vida
uno es
mucho más una variable
que una
constante.
146
Si el
pasado pesa más que el presente
no hay
futuro.
147
En la
ecuación de la vida operamos con todas (o algunas)
de sus
funciones.
148
Cuando
uno se apoya en lo mediocre
siempre
se derrumba.
149
Es
importante en la vida no dejarse a sí mismo.
Que te
dejen los demás,
puede
ser parte necesaria del recorrido.
150
Entendernos
no necesariamente
significa
aceptarnos.
151
La
muerte de lo que amamos
mata
unas parte
o la
totalidad
de lo
que somos.
152
Dar
vuelta la hoja
para un
aparente olvido
es no
tener en cuenta
que lo
escrito escrito está.
153
Dejemos
de buscar en el más allá
lo que
está más acá.
154
Cierta
gente obsesionada
por
encontrar lo que parece trascendente
(el
camino trazado por todas las religiones),
no se
da cuenta que paso a paso
(y
oración tras oración de cualquier culto),
seguirá
siendo creyente de la nada.
155
En la
matemática de la vida
los
resultados del más acá
son
mucho más entendibles y cuantificables
que los
del más allá.
156
Yo he
creado el futuro de la escritura musical.
El tema
es que vivo en el presente.
157
Muchas
personas viven del eco de lo que fueron.
158
En el
mar de la vida hay pocas islas
y
muchas tormentas.
159
La
decisión entre las presencias y las ausencias
la
determina el deseo o la naturaleza.
160
La
mayoría de las religiones son depredadoras que se alimentan de los ejemplares
más débiles de la especie humana.
161
La
indecisión a veces es más costosa que el error.
162
Elegir
significa descartar,
por lo
cual en la existencia, uno no debería cargar
con las
valijas que no le corresponden.
163
Morir
es la resta de lo que fuimos
y vivir
es la suma de lo que seremos.
164
El ego
enceguece y no permite ver
la
mediocridad de quien lo ejerce.
165
El
verdadero investigador es un navegante solitario
que se
refugia (a veces) en algunas islas
del
conocimiento ajeno, para arribar (tal vez)
a un
nuevo continente.
166
La vida
y la muerte delimitan el segmento
de lo
que fuimos, lo que somos y lo que seremos.
Antes y
después de ese segmento que nos representa,
se
puede intuir (no en todos los casos)
una
geometría desconocida.
167
La
esencia de la vida y de la muerte
está
más allá de cualquier narración ordinaria o extraordinaria,
ya que
las palabras son simplemente aproximaciones
a un
absoluto que no las contiene ni las necesita.
168
En
ocasiones en vez de dar vuelta la hoja
es
mejor cambiar de libro.
169
Hay
gente (que como el yo - yo) gira sobre sí misma incansablemente subiendo y
bajando por el hilo del deformado ego que la sostiene y que se complementa
muchas veces con la particularidad de hacer de su ombligo un telescopio.
170
Para
que lo nuboso de tu vida deje de estar encima de tuyo
tienes
que modificar el vuelo.
171
La
destrucción es el abono muchas veces injustificado
donde
se siembran efímeras construcciones.
172
En la
medida que el tiempo pasa
hay que
mejorar el resultado de lo que nos resta.
173
Ponerse
de verdad en el lugar del otro
sin quedarse
en lo meramente enunciativo,
no es
fácil, ya que significa realmente
dejar
de ser lo que uno es.
175
Así
como la velocidad atenta contra el recuerdo,
cuando esos
recuerdos pesan más
que las
vivencias
empezamos
a morir.
176
Sigo
remando por mis sueños
a
contramano de mis tiempos.
177
El
paisaje de adentro es más importante que el de afuera.
178
El
horizonte de la vida es la muerte,
y cada
uno tiene un tiempo determinado
para
alcanzarla.
Aunque
a veces, lo imprevisible, decide por nosotros.
179
La inexplicabilidad es
la esencia de la libertad.
180
El
nuevo culto rectangular (supongo que como homenaje a Pitágoras) tiene
5.000.000.000 de seguidores en todo el mundo y su expansión continúa.
Pensemos
que el Cristianismo tiene 2.100.000.000
de fieles en el mundo, el Budismo, 1.600.000.000, el Hinduismo 900.000.000, el Islamismo 1.820.000.000 y el
Judaísmo 14.000.000 entre otras religiones.
Ninguna
práctica se aproxima a la cantidad de personas que se han entregado al
Rectangulismo.
Mi visión
del culto es meramente la de un observador neutral que no practica su doctrina.
Lo más
curioso es el objeto de culto: un objeto rectangular que se adapta a las manos
y que parecería ser o de plástico o de metal, permitiendo que los practicantes
tengan liberados los dedos de sus manos, especialmente los pulgares que son los
que ofician de contacto entre lo divino y lo humano.
El
ritual se realiza generalmente moviendo velozmente las puntas de los dos
pulgares que en contacto con la superficie vidriada de una de las caras del
objeto mágico les permite a los usuarios (al parecer) contactarse con lo divino
en cualquiera de sus aspectos.
Lo
asombroso viene después: unas personas ríen ante el objeto sagrado, otras
gritan, otras cierran los ojos, otras ponen rostros extraños apretando algún botón secreto y otras colocan algún
cable trascendente en su aparato auditivo… en fin, las variables son múltiples.
Yo, mientras todo esto ocurre simultáneamente con
casi todas las personas que observo,
propias y extrañas, me dedico a caminar tranquilo observando los
árboles, las flores y sintiendo que mi vida tiene otro sentido que aún me queda
por descubrir.
181
Las
creencias religiosas
son
debilidades, no fortalezas.
182
El amor
no se mide por la sangre.
183
Cuando
crecemos nos van moldeando,
pero
muchas veces el molde
no
tiene nada que ver con lo que somos.
184
Si uno
no aprende a leer sus defectos
se
convierte en un analfabeto
de sí mismo.
185
En la
biblioteca del saber no todos los libros
tienen
la misma importancia,
y por
eso es esencial aprender a ordenarlos
de
acuerdo a nuestras necesidades,
archivando
aquellos que ya no tienen sentido
para
nosotros.
186
Mi obra
puede ser parte del futuro de otros,
pero al
mismo tiempo también
es
parte de mi pasado.
187
Si uno
no se adapta al paso del tiempo
pierde
el sentido de lo que le queda por vivir.
188
Los
seres humanos tendríamos que tener la capacidad
de
podar nuestras partes secas o contradictorias,
para
permitir, tal vez, que la primavera de la vida
nos
vuelva a brotar de alguna manera.
189
Hay
gente que se conecta con el más allá
para
evitar enfrentarse con el más acá.
190
La
ciencia con su mente relativa
trata
de comprender el absoluto.
191
La
matemática de la vida
no es
una ciencia exacta.
192
Uno es
pasajero de sí mismo
con un
incierto destino
que
varía constantemente su recorrido
del que
somos parte.
193
Si el
pasado
condiciona
el presente
no hay
futuro.
194
La vida
es un pasatiempo con sentido,
para
algunos
y sin
sentido para otros.
195
En el
más acá yo soy (a veces), protagonista;
sin
embargo en el más allá me convierto exclusivamente en espectador.
196
Las
religiones (y ciertas ideologías), son los virus que infectan nuestro cerebro,
haciendo de nosotros, otros.
197
Vida y
muerte son un continuo que los seres humanos
deseamos
discontinuar.
198
Cuando
la imbecilidad (real o virtual) ocupa nuestros espacios, nos contamina.
199
El amor
es una gota que se expande
en el
agua de la vida,
y el
odio es un torrente sin retorno.
200
Los
recuerdos son imágenes que podemos guardar, resaltar, retocar y borrar parcial
o totalmente.
201
Hay
padres que podan a sus hijos
no
permitiéndoles vivir
la
totalidad de sus ramas.
202
El
saber ocupa lugar,
pero
mucho más lugar
ocupa la
ignorancia.
203
La
gente se descubre mucho más
con el
hacer que con el decir.
204
Musicalmente,
en la vida podemos transitar
múltiples
variaciones
que
nunca deben perder contacto con el tema,
que les
da sentido.
205
Si yo
fuera la mitad de lo que sueño
no me
podría medir,
y si
fuese el doble de lo que realmente soy,
seguramente
sí.
206
Para
que no se derrame lo que somos
tenemos
que construirnos el envase justo.
207
En la
vida, el orden de los sumandos
altera
el producto.
208
El ayer
se proyecta en nuestro hoy
para
definir o indefinir nuestro mañana.
209
Hay
gente que en lugar de defectos
tiene
efectos.
210
El
proyectar en el otro nuestras carencias
no
sirve para compensar lo que nos falta.
211
En el
tablero de la vida al nacer nos otorgan una serie de fichas que debemos ir
colocando paso a paso siguiendo el proceso de nuestra propia evolución.
Estas
fichas que poco a poco van poblando y conformando la superficie de nuestro
tablero, tienen el problema que deben ser interpretadas por otros jugadores que
nos acompañan en la vida, y a veces, esto no es posible ya que nuestro juego
tiene sus propias reglas que muchas veces no sabemos cómo compartir.
212
En
nuestra navegación, vida y muerte son los mares que debemos recorrer. Nosotros
tenemos cierta autonomía en ese viaje, pero los dos mares son los que
determinan por donde podemos navegar y cuál es el final del viaje que puede ser
un puerto o un naufragio.
213
Aprender
a vivir las variables de la vida
tiene
que ver con la aceptación
de las
leyes de la existencia.
214
Yo creo
en lo que hago y lo defiendo sin temor ante la actitud soberbia de algunos
poseedores del saber efímero que desde una supuesta cultura anacrónica intentan
cerrar lo que la naturaleza expande.
El ayer
no puede (ni debe) ocupar el lugar del hoy.
215
Mi
pensamiento es mucho más libre que mi realidad.
218
Los
seres humanos en este territorio gobernado
por el
coronavirus podemos ser fichas anónimas
de un
tablero virtual de la pandemia,
donde
nos movemos a través del dado
de
nuestras decisiones, que nos puede
aproximar
a otras fichas
con dos
resultados extremos entre otros menos graves:
matar o
morir.
Esta
decisión la toma el virus, no nosotros.
Y de
nuestra inteligencia depende
no
aceptar el juego
y
protegernos de este horror
que nos
abarca a todos, sin excepción.
219
Muchas
veces las formas invalidan los contenidos.
220
La
vejez es un tamiz que se va quedando
con la
totalidad de lo que fuimos
y la
parcialidad de lo que somos.
221
En la
naturaleza lo vivo y lo muerto
son
parte del mismo código
del que
somos sólo un fragmento.
222
El
tiempo es regular pero nosotros no,
ya que
tenemos la tendencia
a
acelerarnos y desacelerarnos
de
acuerdo con las diversas contingencias
que
recorremos al vivir,
lo que
supone una absoluta contradicción
con la
regularidad cronométrica
de la
que formamos parte.
223
Las
ataduras que heredamos no son nuestras
y
podemos aceptarlas o no.
224
La
naturaleza es expansiva y contractiva
con
variaciones constantes, que nosotros
(ínfimos
observadores)
muchas
veces consideramos repeticiones.
225
Muchas
veces la velocidad en la comunicación virtual no es proporcional a la
profundidad de lo que se desea comunicar y lo que queda como resultado es la
elementalidad del mensaje enviado que tiene como final un dibujito
intrascendente.
226
Los
errores son roturas en la tela de la vida,
los aciertos son costuras y las dudas detenciones.
Si los
errores son muchos la perspectiva de caer hacia la nada son muy probables y si
los aciertos se suceden podemos aproximarnos al todo que seguramente será una
tela distinta.
Las
dudas (que siempre nos acompañan) nos
ayudarán a decidir qué hacer en cada instante.