Tanto el Alfabeto
Fonético Internacional como la mayoría de las lenguas escritas tienen un error
en su representación simbólica al no diferenciar lo sucesivo de lo simultáneo.
La escritura siempre es sucesiva sin embargo en la emisión vocal se produce la discrepancia.
La Textofonía de
Aschero, corrige ese defecto al escribir simbólicamente lo que suena. Imagen y
sonido siempre se corresponden.
De esa manera en su
formación el niño aprenderá a leer lo que emite con su voz, facilitando el
proceso del aprendizaje de forma lógica.