martes, 7 de julio de 2020

Del artificio de la música a la naturaleza del sonido (Sergio Aschero)


https://drive.google.com/file/d/14BQPcULdMm-oS-qDgWa7KFXWN5yqXeiF/view?usp=sharing


El ADN de la superposición armónica se genera a partir de las frecuencias: 4, 5, 6 y 7 Hz., proyectándose desde los infrasonidos en todas sus infinitas variables a todo el cuerpo.
Así como la naturaleza del sonido es expansiva, cada serie tiene el doble de sonidos que la anterior, en su sentido inverso es contractiva, con lo cual todas las series (al igual que los grupos) tienen un límite frecuencial determinado por la cantidad de sonidos que los integra y por el índice acústico más grave que los contiene incluyendo a los infrasonidos.
Por el contrario, en el registro agudo, la expansión es ilimitada y también abarca a los ultrasonidos.
En realidad la cultura intenta limitar desde el punto de vista acústico (las escalas lo demuestran) lo que la naturaleza expande.
El modelo de la naturaleza es transcultural y contiene todas las variables utilizadas con independencia de la geografía proponiendo al mismo tiempo una realidad sonora (y gráfica en este caso) nunca experimentada.